lunes, 29 de noviembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

Primer Domingo de Adviento.








Semana 1:

Primer Domingo de Adviento

El Señor viene

« Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar
el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor. » (Oración Colecta)


Comienzo de la Celebración
en torno a la Corona de Adviento

Guía:
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos:
Amén.

Guía:
Ven Espíritu Santo,

Todos:
llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor.

Guía:
Envía tu Espíritu creador.

Todos:
Y renovarás la faz de la tierra.

Guía:
¡Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Todos:
Amén.


Bienvenida y Bendición
de la Corona de Adviento

Guía:
Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.

Bendice Señor esta corona, que sea para nosotros medio para preparar nuestra alma para recibirte. Que al ver su forma veamos que tu Dios eterno eres el principio y fin de todo cuanto existe y su verde follaje nos recuerde la esperanza de llegar a recibirte.

(Se enciende la primera vela)

Que al ir encendiendo cada una de sus velas se disipen las tinieblas del pecado y comience a clarear la luz de tu presencia en nuestras almas. Que por el espíritu de oración, penitencia y sacrificio, la caridad en nuestra vida nos prepare para recibirte y anuncie a los que nos rodean tu presencia entre nosotros.


Palabra de Dios

Guía:
Escuchemos la palabra de Dios.

Lector:
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos

(Mc 13, 33-57)

Estad alerta, ya que no sabéis cuándo será el tiempo

« En aquél tiempo dijo Jesús a sus discípulos: 'Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad! »

Lector:
Palabra de Dios.


Todos:
Gloria a Tí, Señor, Jesús.


Reflexión

Guía:
¡Qué tiempo tan apto el del Adviento para penetrar en la grandeza y trascendencia de la vocación cristiana, porque ella se desprende del misterio de la Encarnación! Dios en su decisión amorosa de salvar al hombre quiere hacerse uno de nosotros; más se entrega al servicio del hombre: siendo Dios se anonadó a sí mismo haciéndose siervo, y en todo, menos en el pecado, semejante al hombre, ante este ejemplo quién no se va a enamorar de Cristo, a entregarse a Él gastándose la vida en la dura pero sublime tarea de la Redención.


Diálogo

(Después de unos momentos de silencio el guía debe motivar que los participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)



Compromiso

Guía:
Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:

¿Cómo voy a prepararme para vivir este período de espera del Señor? ¿Tengo algún plan concreto para vivirlo en familia?

(Reflexión en silencio)


Despedida

Guía:
Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.

Todos:
Amén.

Guía:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos:
Amén.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Articulo: El Demonio es Protestante

Articulo: El Demonio es Protestante, Testimonio de mi conversión al Catolicismo Por Luis Miguel Boulló
Tomado de nuestra compañera en la internet: http://www.enlacecatolico.com/

"El Demonio es protestante", fue la primera frase que pronuncié, tras mi conversión, a quienes me escucharon por más de doce años como su pastor. El escándalo fue mayúsculo. Algunos ya habían notado que mis vacaciones fueron demasiado precipitadas y quizá hasta exageradamente prolongadas. Fueron unas vacaciones raras incluso para mi familia, que me veía reticente a las prácticas habituales en casa, como la lectura y explicación de la Biblia. Ya habíamos tenido demasiadas rencillas a causa de mis nuevos pensamientos.


"Al principio fue el Verbo"

Recuerdo vívidamente los primeros movimientos de rabia que tuve al leer un artículo en una revista. Yo encontraba que la nota era demasiado radical en sus afirmaciones, demasiado rotunda para lo que yo estaba acostumbrado a leer.

No me dejaba muchos ‘flancos’ descuidados por donde atacar. O refutaba el centro del asunto o no tenia sentido desmenuzar tres o cuatro aspectos como se me había enseñado a realizar de forma automática e inconsciente. Generalmente los católicos tienen como que una cierta vergüenza por mostrar todas las cartas sobre la mesa, y como no muestran todo con claridad, es muy fácil prender fuego a sus tiendas de campaña, porque dejan demasiados lados flojos.

En lo personal nunca recurrí a lo que ahora entiendo como "leyendas negras", porque me parecía que era inconducente debatir basándome en miserias personales o grupales sin haber derribado la propia lógica de su existencia. Eso hice con algunas sectas o con temas como la evolución o algunos derechos humanos según se les entiende normalmente.

Reconozco que muchos de los que en ese momento eran mis hermanos caen en ese error, tratando de derribar moralmente al "adversario" diciéndole cosas aberrantes sobre su fe. Pero basta un buen argumento, y bien plantado, para que uno se vea obligado a retirarse a las trincheras de la Biblia y no querer salir de allí hasta que el temporal que iniciamos se calme al menos un poco. Pero no nos funciona a todos el mismo esquema. Muchos no se rigen tanto por la razón como por el placer de vencer en cualquier contienda.

El artículo en cuestión me obligaba a pensar sólo con ideas, porque de eso trataba. Mi manual con citas bíblicas para cada ocasión me servía poco. Cualquier cosa que dijera sería respondida con otra. No era ese el camino.

Creo haber estado meditando en el problema unas cinco o seis semanas. Hasta que resolví acudir a la parroquia católica que quedaba cerca de mi templo. El sacerdote del lugar se deshacía en atenciones cada vez que nos encontrábamos. La verdad es que él estuvo siempre mucho más ansioso de verme que yo de verle a él. En ocasiones nos veíamos forzados a encontrarnos en público por obligaciones propias del pueblo. Pero de ordinario no nos encontrábamos. Era lo que ahora se llama un "cura nuevo", con una permanente guitarra en las manos y muchas ganas de acercarse a mí.

Con complejo de superioridad

Primera confesión de mala fe

Yo aprovechaba –Dios me perdone– para sacarle afirmaciones que escandalizaban a mis feligreses. El pobre nunca entendió que el ecumenismo muchas veces sirve más para rebajar a los católicos que para acercar a los separados. Uno tiene la sensación de que si la Iglesia puede ceder en cosas tan graves y que por siglos nos separaron, entonces realmente no le importan tanto como a nosotros, que jamás cambiaríamos una sola jota de la doctrina.

Otra cosa que solía hacer –me avergüenzo al recordarla– era tirar a mis chicos a discutir con los de la parroquia. Los pobres parroquianos se veían en serios apuros en esas ocasiones.

En el fondo yo me aprovechaba de que los chicos católicos estaban muy mal formados. Como comentábamos a sus espaldas: sólo van a la parroquia a divertirse, para repartir cosas a los pobres y para hacer ‘dinámicas de vida’, pero de doctrina y de Escrituras no saben nada.

Nos gustaba vencerlos con las cosas más tontas posibles. A veces surgían temas más sabrosos, pero con los argumentos normales bastaba para al menos hacerles callar.

El viejo párroco le plantó cara con santa paz

Esa tarde no estaba el sacerdote de siempre. Había sido removido de la parroquia por una miseria humana comprensible en alguien tan "cálido" en su manera de ser. Cayó en las redes del demonio bajo la tentadora forma de una parroquiana, con la que ni siquiera se casó.

A cambio del párroco de siempre salió a atenderme, con una cara menos complacida, un sacerdote viejo y de mirada penetrante. Lo habían ‘castigado’ relegándolo dándole el cuidado de la parroquia de nuestro pequeño pueblecito. En los últimos treinta años la población había pasado de mayoritariamente católica a una mayoría evangélica o no practicante.

Yo generalmente acudía para refrescar mi memoria y cargarme de elementos que luego trabajaba como materia de mis prédicas, o para sondear la visión católica de alguna cosa.

El Padre M. no fue tan abierto. Me recibió con amabilidad, pero con distancia. Le planteé asuntos de interés común y me pidió tiempo para aclimatarse y enterarse del estado de la feligresía. Noté que habían sido arrancados varios de los afiches que nosotros les regalábamos cada cierto tiempo y que constituían verdaderos trofeos nuestros plantados en tierra enemiga.

En verdad quedé un poco desarmado, pero logramos charlar casi de todo. Casi... porque en doctrina comenzó él a morderme. Yo comencé a responder como de costumbre, citando con exactitud una cita bíblica tras otra, para probarle su error o mi postura.

En un aprieto que me puso, le dije: "Padre M... comencemos desde el principio" Y el varón de Dios, a quien supuse enojado conmigo, me dice: "De acuerdo: al principio era el Verbo y..."

Me largué a reír nerviosamente. Aparte de que me respondía con una frase utilizada en la Misa (al menos en la tradicional), ¡imitaba mi voz citando la Biblia!

"Pastor Boullón", me dijo luego, "No avanzaremos mucho discutiendo con la Biblia en mano. Ya sabe usted que el Demonio fue el primero en todo crimen... y por eso también fue el primer Evangélico".

Eso me cayó muy mal. ¡Me insultaba en la cara tratándome de demonio! Sin dejarme explicar lo que pensaba, se adelantó:

—Si... fue el primer evangélico. Recuerde que el Demonio intentó tentar a Cristo con ¡la Biblia en mano!

—Pero Cristo les respondió con la Biblia...

—Entonces usted me da la razón, Pastor... los dos argumentaron con la Biblia, sólo que Jesús la utilizó bien... y le tapó la boca.

Tomó su Biblia y me leyó lo que ya sabía: que cuando el Señor ayunaba el demonio le llevó a Jerusalén, y poniéndole en lo alto del templo le repitió el Salmo XC, II-12: "Porque escrito está que Dios mandó a sus ángeles que te guarden y lleven en sus manos para que no tropiece tu pie con alguna piedra"

Pero el Señor le respondió con Deuteronomio VI, 16: Pero también está escrito "No tentarás al Señor tu Dios". Y el demonio se alejó confundido.

Yo también me alejé, como el demonio, confundido. Me sentía rabioso por haber sido llamado demonio, y por lo que es peor: ¡ser tratado como el demonio en el desierto!

Creo que fue la plática más saludable de mi vida.

También los demonios creen y pero no se salvan

La táctica del demonio

Llegué a casa rabioso. Me sentía humillado y triste. No era posible que la misma Biblia pruebe dos cosas distintas. Eso es una blasfemia. Forzosamente uno debe tener la razón y el otro malinterpreta. Busqué ayuda en la biblioteca que venia enriqueciendo con el tiempo. Consulté a varios autores tan ‘evangélicos’ como yo, pero de otras congregaciones. No coincidíamos en las mismas cosas, pese a que todos utilizábamos la Biblia para apoyar lo que decíamos y demostrar que los otros se equivocaban.

Me armé de fuerzas y a la primera oportunidad, caí sobre el despacho parroquial del Padre M. Me recibió tan amable como la vez pasada, sólo que esta vez su distancia la hacía menos tajante a causa de su mirada divertida y curiosa de la razón que me llevaba otra vez a su lado.

Le largué un discurso de media hora sobre la salvación por la fe y no por las obras. Concluí –creo– brillantemente con la necesidad de abandonar a la Iglesia. Y cerré tomando la Biblia del cura y le leí Hechos XVI, 31: "¿Qué debo hacer para salvarme?, preguntó el carcelero. Cree en el Señor Jesús –respondió Pablo– y te salvarás tú y toda tu casa".

Bebí un sorbo del té que me había ofrecido y le miré desafiante, esperando su respuesta. Pasaron eternos minutos de silencio.

Cuando carraspeé, el sacerdote me dijo:

—"¿Continuará la lectura de San Pablo?"

—"Ya terminé, Padre M."

—"¿Cómo que ha terminado? ¡Continúe! Vaya a Corintios, XIII, 2.

—Leí en voz alta: "Aunque tanta fuera mi fe que llegare a trasladar montañas, si me falta la caridad nada soy"

—Entonces la fe...

—La fe... la fe... la fe es lo que salva.

—¡Vaya novedad! Me dice riendo. ¡No se bien quien creó la estrategia protestante de argumentar con la Biblia, pero creo que bien pudieron ser los demonios que ahora encontraron un buen medio para salvarse.

—¿Salvarse?

—Si.. salvarse, amigo mío. ¿Acaso no es el apóstol Santiago quien nos dice que hasta los mismos demonios creen en Dios? Y si sólo la fe salva...

—...

—No se quede en silencio, Pastor... siéntese aquí que se aliviará un poco. Si quiere seguir como el Demonio, tentándome con la Biblia, le recuerdo que ahí mismo se nos dice que esa fe no salvará a los demonios, porque "como un cuerpo sin espíritu está muerto, la fe sin obras está muerta" (c.II) Y aún así los católicos no decimos que sea sólo fe o sólo obras. Cuando al Señor se le pregunta sobre qué debemos hacer para salvarnos, Él dice "Si quieres salvarte, guarda los mandamientos" Ahí tiene usted la respuesta completa.

Me acompañó hasta la puerta y me dijo: Le dejo con dos recomendaciones. La primera es que se cuide de sus hermanos de congregación. Ya sospechan de usted por venir tan seguido. La segunda es que vuelva usted cuando me traiga alguna cita bíblica –sólo una me basta– en que se pruebe que solo debe enseñarse lo que está en la Biblia.

Caminé a casa más preocupado por los comentarios que por el desafío. Eso sería fácil.

La Biblia no es orgullosa

"Sólo la Biblia"

Mientras buscaba una cita que respondiera al sacerdote, caí en cuenta de que estaba parado en el meollo del asunto que por primera vez me llevó a esa parroquia con otros ojos. "Si es sólo la Biblia", me dije, "entonces el problema del artículo queda resuelto: se debe probar por la Biblia o no se prueba".

Ya imaginarán ustedes el resultado. Efectivamente no encontré nada. En años de ministerio, jamás me percaté de que lo central, esto es, que sólo debe creerse y enseñarse la doctrina contenida en la Biblia, no está en la Biblia. Encontré numerosos pasajes bíblicos que le conceden la misma autoridad que a las enseñanzas escritas en la Biblia a las doctrinas transmitidas por vía oral, por tradición.

Desde este punto en adelante muchos otros cuestionamientos fueron surgiendo de la charla con el Padre M. y de la lectura de revistas y de mucha literatura escrita con fines apologéticos.

Nadando guardando la ropa y sufriendo

El pago del mundo

Por un momento distraeré la atención de mis incursiones a la parroquia católica. Quizás sea porque un sacerdote es esencialmente distinto a un "Pastor" protestante, o quizás por la experiencia de distintos ordenes (confesión, dirección espiritual, etc.), el Padre M. acertó en su advertencia sobre las miradas que me dirigían mis feligreses a causa de esas visitas "no estrictamente ecuménicas".

Yo aún no me había percatado de esa desconfianza, pero observando con mayor atención notaba reticencias, censuras y reproches indirectos. Aún la guerra no se declaraba. Sólo desconfiaban.

Me decepcioné mucho, pero no me dejé vencer por la tentación. El demonio –pensaba– me estaba tentando con Roma y para eso endurecía los corazones.

Pasada una semana de angustias, me senté con mi esposa para charlar. Necesitaba desahogarme. Me encontraba en un punto tal que no quería volver a la parroquia católica pero tampoco me sentía en paz con eso.

Después de la cena, oramos con los chicos y se fueron a dormir. Me senté y abrí mi corazón a mi esposa. Ella había sido una amante confidente y mi compañera de penurias y alegrías. Me escuchó con atención.

Sus palabras fueron tan sencillas como su conclusión: debía alejarme inmediatamente del sacerdote católico y tratar de recuperar la confianza de mis feligreses. Eso era lo prioritario. Teníamos una obligación de fe y teníamos que mantener una familia. No se hablaría más. El caso estaba resuelto... para ella.

Traté de cumplir con todo. Ella siempre fue la sensatez y me refrenaba en las locuras. Dejar de ir a la parroquia fue más fácil para el cuerpo que para mi alma. Algo me atraía de ese ambiente, y por lo demás deseaba la compañía de ese sacerdote provocador y bonachón.

Más difícil fue ganarme la confianza de los feligreses. Me exigían como prenda evidente que atacase más que nunca a la Iglesia para demostrar públicamente que no les guardaba ninguna simpatía.

Esto me costó, pues tenía que predicar omitiendo aquellos puntos en los que difería ya de mi anterior pensamiento.

Con el tiempo, mi familia y mis feligreses me dieron vuelta sus espaldas y fue la gran cruz que tuve que soportar por amar a Cristo en Su Iglesia.

Entrada en la Iglesia y abandono de todos

Mi querido amigo se despide

No he querido exponer aquí todas las cosas que charlé con el buen Padre M. durante semanas y semanas. Yo le visitaba furtivamente y el me acogía con amable paternalidad. Yo daba vueltas en torno al tema e intentaba responder a las sabias preguntas con las que me desafiaba. ¡Cómo detestaba tener que darle la razón!

El tiempo me fue haciendo más perceptivo a sus sutilezas e ironías. De alguna forma misteriosa este sacerdote me tenía cautivado. Me acorralaba hasta la muerte, pero me daba siempre una salida honorable. Le gustaba desmoronar todos mis argumentos.

Su estilo era único: destrozaba mis argumentos, acusaciones y refutaciones primero desde la lógica, dándome dos posibilidades... o quedar como un tonto o verificar por mi mismo esa estupidez. Luego, y sólo luego, me invitaba a revisar el punto que yo trataba –si tenía sentido– desde el punto de vista de las Sagradas Escrituras. Supongo que uno de sus mayores puntos fuertes era su sólida cultura y su gran vida de piedad.

Recuerdo perfectamente una fría mañana cuando recibí un aviso telefónico de la parroquia. Me pedía que le visitara en un hospital de los alrededores. Sin meditar en las normas de cautela que tomaba para evitar que mis feligreses se irritaran aún más conmigo, abandoné todo y partí. Ahí me enteré del doloroso cáncer que padecía –jamás dio muestras de sufrir– y del poco tiempo que le quedaba. La cabeza me daba vueltas. Sentía dolor por la partida de quien ya consideraba un amigo.

Tomé una decisión: haría pública nuestra amistad y le visitaría a diario. Pocos días después le trasladaron, a petición suya, a su residencia.

Desde ese día le acompañé a diario. Dejé muchos compromisos de lado. La tensión comenzó a crecer hasta llegar a agresiones verbales abiertas y amenazas de quitarme el cargo y el sueldo. Mi familia estaba amenazada con la pobreza.

Fueron días de mucha angustia. Sabía que caminaba por los caminos correctos. Incluso pensaba en hacerme admitir en la Iglesia. Los temores y las dudas de antes de la internación del Padre M. se disiparon. No quería arrepentirme de mis errores ni recibir el perdón y el consuelo de nadie más. Pero la situación que me rodeaba era tan compleja que me paralizaba.

Recé muchísimo y acudí a pedir el consejo del Padre M. Él me recibió con mucha amabilidad y escuchó con atención mis problemas. Él ya los conocía. Me habló de la fortaleza de esos mártires que no tuvieron en cuenta ni la carne ni la sangre ni las riquezas, sólo amaron la verdad y dieron público testimonio de su adhesión a la fe. "Más vale entrar al Cielo siendo pobres que irse al infierno por comodidades", sentenció.

Como adelanté al principio, reuní a mis feligreses y les hice una declaración de mi conversión. "¡El Demonio es protestante!" les dije para abrir la charla. Luego fueron abucheos y no me dejaron terminar las explicaciones.

Mas tarde reuní a mi familia y les platiqué de cada punto, y respondí a todas las objeciones de fe y de la situación. Mi esposa no discutió mucho: me expulsó de casa. Esa noche dormí acogido por el Padre M. quien me tranquilizó respecto al altercado. Desde entonces y después de pasados años de mi conversión nunca más fui admitido en casa como padre y esposo. Hoy les visito con tanta frecuencia como me permiten, pero sus corazones siguen muy endurecidos. El Padre M. tuvo muchas palabras para mí, pero las que más me llegaron fue su confesión de ofrecimiento de su vida por la salvación de mi alma... y que con gusto veía el buen negocio ya cerrado. Dios escuche las plegarias de mi buen amigo en el Cielo por mi esposa y mis seis hijos para que a su tiempo y forma vivan la vida de gracia de la santa fe.

La importancia de no tener miedo a la exigencia de la Iglesia Católica

Roma... mi dulce hogar

Rogué al buen sacerdote me preparara para abjurar mis errores y ser admitido en la Iglesia. Dispuso de todo y una mañana de abril de 2001 fui recibido en el seno de la Esposa de Cristo. En junio de ese mismo año mi querido amigo entregó su alma al Señor, siendo muy llorado por todos cuantos le conocimos mejor. Le lloraron los enfermos y presos que visitaba, los niños y jóvenes de catequesis, los pobres y necesitados que consolaba, los fieles que acudían a él en busca de consejo y del perdón de Dios. En tributo a él escribo estas líneas. Mi querido sacerdote y Revista Cristiandad.org fueron mis dos grandes apoyos e impulsores tanto de mi conversión como de mi impulso apostólico al trabajar especialmente con los conversos y preparados para la conversión.

Tras su partida la parroquia fue administrada por un sacerdote más cercano al estilo del predecesor del Padre M. Yo sentí mucho esto porque con su prédica y actuar desmentía muchos de esos grandes principios eternos que había conocido y amado.

A veces me pregunto por la oportunidad de muchos cambios que se hacen más para contentar a los malos que para agradar a los buenos. Recuerdo que mi sacerdote amigo no era muy afecto a ceder ante nosotros, sino mas bien a mostrarnos todas las banderas, incluso las más radicales. Y éstas fueron, precisamente, las que más me indignaron pero a un mismo tiempo me atrajeron.

Pero persevero en el amor a la Iglesia de siempre, a esa doctrina de la que el Señor dijo que pasarían Cielo y Tierra pero que ni una sola jota sería cambiada.

Bien sé por experiencia propia y por la de tantos que han compartido conmigo sus testimonios de conversión, que esos coqueteos con el error no producen conversiones. Y las pocas que se producen son de un género muy distinto –por superficiales y emocionales– de las verdaderas conversiones, esas que producen santos. La realidad es la que constataba a diario como Pastor protestante, cuando la poca preparación de los católicos y la confusión que produce el falso ecumenismo llenaban las bancas de nuestras iglesias y los bolsillos de nuestras congregaciones evangélicas. La ignorancia religiosa de los fieles es la cosa más agradecida por las sectas, porque al ser muchas veces hija de la pereza espiritual se acompaña por la pereza intelectual. Basta entonces cualquier cosa que les emocione, que les haga sentir queridos, y luego viene el sermón acostumbrado para hacerles dudar primero y luego darles respuestas rotundas. Eso los desestabiliza y luego les atrae nuestra seguridad. ¡Y luego salimos a la calle a gritar contra los dogmas!

Ahora, junto con ustedes, puedo acudir a los pies de María Santísima y pedir que por amor a la Divina Sangre de Su Hijo Amado obtenga la conversión de los paganos, de los herejes y cismáticos y que haciendo triunfar a la Iglesia sobre sus enemigos instaure la Paz de Cristo en el Reino de Cristo.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Semana del Abrazo en Familia del 15 al 21 de noviembre."Solidaridad Familiar: Tarea para Hoy"


Semana del Abrazo en Familia



Semana del Abrazo en Familia del 15 al 21 de noviembre
"Solidaridad Familiar: Tarea para Hoy"

"El amor engendra la comunión, la cual se expresa en solidaridad "Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado que vendrá con mucho poder" (Is. 9,5) ... Allí tenemos que acudir también nosotros, a la familia de Nazaret, para encontrarnos con Jesús, suprema manifestación de la solidaridad de Dios con su pueblo. Para aprender a ser solidarios en familia, y como familia, hemos de vivir la experiencia de Belén: María, la Madre, llena de gozo; José humilde y justo, contemplando al niño; Jesús, revelador del Padre, disponible para toda la humanidad.

La familia, llena del Espíritu Santo, recibe a Dios y lo da a conocer. Aquí está la fuente de la solidaridad plena, que se difunde de variadas formas para buscar la plena realización de todos. La Semana del Abrazo en Familia 2004 es una bella oportunidad para intercambiar en el grupo familiar las inquietudes y los anhelos en compromisos entre los miembros mismos de la familia y entre los demás hermanos, de modo que crezcamos en el espíritu de solidaridad dentro de la familia y en relación con las otras familias. De todo corazón pido a Dios derrame el Espíritu Santo sobre la familia venezolana para que podamos descubrir en Cristo la fuente de la solidaridad y en el amor a Dios nos constituyamos en constructores de la civilización del amor desde nuestra propia familia.
En Cristo y María, Mons. José de La Trinidad Valera AnguloObispo de La Guaira Presidente de la Comisión Episcopal Familia - Infancia

"Todos nos damos cuenta de cuán importante es reconstruir, donde estén rotos, y consolidar, donde ya existen, los lazos de amor y fraternidad entre los miembros de la familia, hogar y pequeña Iglesia, para los creyentes, y en la gran familia venezolana.
En efecto, las familias son los núcleos comunitarios mínimos sobre los que se cimienta y se fundamenta todo el tejido social de la sociedad y de la comunidad eclesial" "Desde la Pastoral Familiar hacemos una especial invitación a todos los sectores, empezando por nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia, el sector privado, educativo y gubernamental a unirse en esta campaña que está destinada a ir más allá de una semana para que sus frutos sean medibles y tangibles.
El tema escogido y compartido por todos es universal como valor y necesario para nuestras familias y nuestra sociedad, y, por tanto, creo que facilite esta incorporación.
Nosotros, desde el Departamento, hemos ofrecido el escenario y la plataforma para que muchas organizaciones, grupos, movimientos, comunidades y personas individuales enriquezcan este material de apoyo y lo implementen y multipliquen para que muchísima gente se beneficie de ello".Pbro. Aldo Fonti Verni. Director Nacional. Departamento de Pastoral Familiar e Infancia

Parte I La Solidaridad

El principio de Solidaridad expresado también con el nombre de "amistad" o "caridad social" es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana.
Solidaridad es un término complejo que tiene muchas acepciones, usos y significados, además de tener una carga afectiva que la relaciona con valores, actitudes y experiencias humanas.
Significa compartir. Su ser último tiene un sentido trascendente e implica una actitud, un encuentro entre personas, un compromiso con el otro que va, desde la ayuda material pasando por el afecto y la comunión humana, vale decir, el sentimiento profundo de ser uno con el otro.
"...no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación final y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos"
Juan Pablo II

La Familia, fuente de solidaridad

Familiaris Consortio...
"En el matrimonio y en la familia se constituye un conjunto de relaciones interpersonales relación conyugal, paternidad-maternidad, filiación, fraternidad mediante las cuales toda persona humana queda introducida en la familia humana y en la familia de Dios, que es la Iglesia"... "La misma experiencia de comunión y participación, que debe caracterizar la vida diaria de la familia, representa su primera y fundamental aporte a la sociedad.
Las relaciones entre los miembros de la comunidad familiar están inspiradas y guiadas por la ley de la gratuidad que, respetando y favoreciendo en todos y cada uno la dignidad personal como único título de valor, se hace acogida cordial, encuentro y diálogo, disponibilidad desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda".
Familiaris Consortio.

El amor se convierte en el impulsor de la vida familiar; por eso todos son sujetos activos y pasivos del amor. Las familias sanas se caracterizan porque sus integrantes son conscientes de las necesidades de todos y buscan soluciones para éstas, comparten penas y alegrías, sueños y temores.
El medio para este intercambio solidario es el de una comunicación fluida, abierta y transparente que afianzará el valor de la solidaridad.
Esto se manifiesta por un lado en "preocupación" por los demás, o sea, la "solidaridad afectiva" o compasión, en el verdadero sentido de la palabra, y que se complementa en el "ocuparse de" contribuyendo a buscar soluciones, surgiendo así la "solidaridad efectiva".
En la familia se gestan las actitudes y valores que trascienden en solidaridad social; Éstas están indisolublemente ligadas a la experiencia de vida y se transmiten a través del ejemplo.
Colabora de manera integral y profunda en la construcción del mundo. Como en toda Institución, en la familia operan redes de interrelaciones que la afectan directa o indirectamente, que influyen en ella positiva o negativamente con lo que ocurre en el mundo, en el país, en la ciudad, en la urbanización o sector donde esté ubicada.
Como producto surgen informaciones que son procesadas internamente por los diferentes actores, quienes al interactuar en convivencia pacífica, las transforman para responder al logro de un objetivo común: formar una persona sana física y psíquicamente, consciente de sus valores, de sus deberes y derechos, capaz de influir solidariamente en todas las instancias sociales.
Se generan actitudes y valores como:sentido de pertenencia, cooperación, comunicación abierta y participación.
Todo esto culmina en una familia capaz de construir y compartir un proyecto de vida común y que, a la vez, se inserta como un subsistema del sistema total que es la sociedad.
"Su primer cometido es el de vivir fielmente la realidad de la comunión con el empeño constante de desarrollar una auténtica comunidad de personas" (Familiaris Consortio)
"Recordando a San Pablo, todos los miembros del cuerpo son importantes. Si un miembro se enferma todo el cuerpo se enferma. Todos en la sociedad cargamos con los otros y nos preocupamos por quienes se desvían normativamente o por quienes no tienen un nivel de vida digna, porque en ello está en juego nuestra humanidad. La solidaridad es por tanto una virtud correspondiente con la igualdad humana" Familiaris Consortio...

Al ser la familia un sistema, tiene una manera de operar: la convivencia. Ésta es enseñada y aprendida en familia ya que el con-vivir (vivir con...) es algo que se construye y para lo cual es necesario: Solidaridad: sentirnos responsables del otro. Cooperación: posibilidad de operar con el otro complementándonos. Responsabilidad: compromiso con una situación que nos involucra. Participación: poner en común las capacidades para solucionar los problemas. Comunicación: encuentro y comunión de ideas. Pertenencia: sentido de unidad, cohesión.

Parte II
Talleres: Cultivando la Solidaridad y la fraternidad en la familia.

Objetivos:
1- Hacer llegar a las personas que forman parte de las Diócesis, Arciprestazgos, Parroquias, Instituciones Educativas y Comunidades el contenido elaborado sobre el tema propuesto para la Semana del Abrazo en Familia 2004.
2- Comprender y ejercitar la metodología grupal a ser utilizada por las personas a quienes les corresponda aplicar estos talleres.

Taller 1. Solidaridad: El Mutuo Apoyo Familiar

A- Se divide el grupo en subgrupos de 5 ó 6 personas.
Se les entrega un Listado de situaciones de las que deberán escoger 1 ó 2 para debatirlas de acuerdo a: Qué piensan de esa situación. Qué le sugerirían a la familia en esa determinada situación.
Listado de Situaciones
1- Una familia en la que los padres y los mayores son sobreprotectores con los niños, niñas y adolescentes
2- Una familia en la que uno de sus miembros perdió el empleo y está teniendo dificultades económicas.
3- Una familia en la que hay adolescentes y varios adultos están discutiendo muy fuerte porque tienen diferentes creencias (políticas o religiosas)
4- Una familia en la que a una de las tías tiene 3 hijos, se le descubrió un cáncer. Tienen que hacerle cirugía y luego debe estar en quimioterapia por varios meses.
5- Una familia en la que uno de sus miembros ha estado llegando con frecuencia muy borracho.

B- Se reúnen en grupo grande y comparten las conclusiones. El Facilitador enriquece con aportes Conceptos de independencia vs. dependencia y sobreprotección.
Importancia de la tolerancia y del respeto a las diferencias de creencias religiosas y políticas para la convivencia familiar.
Estrategias para la conciliación en caso de conflicto.
Importancia del apoyo familiar en momentos de crisis (afectivos, salud, económicos, etc)
Estrategias para apoyarse en este caso

C- Iluminación de la Palabra de Dios
El facilitador, después de la lectura de la Palabra de Dios, invita a todos a reflexionar sobre los textos escuchados y a compartir el fruto de la reflexión personal. Esto lo hará en cada uno de los talleres.
Prov. 3,27-28 "no niegues un favor a quien es debido, si en tu mano está el hacerlo" Si puedes hacerlo inmediatamente, no digas a tu prójimo: "ándate, vuelve mañana y te lo daré"

Lc. 10,29-37 "Pero un samaritano, que iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo compasión y acercándose vendó sus heridas..."

Taller 2. Cooperación: Compartiendo en la Cotidianidad Familiar

A. Reflexión individual
Se solicita a los participantes reflexionar individualmente sobre los siguientes planteamientos:
¿Considera usted que en su familia los integrantes colaboran unos con otros de manera suficiente en la administración y funcionamiento del hogar?
¿En cuáles aspectos considera usted que podrían mejorar en este sentido?

B. Reflexión en subgrupos
Se divide el grupo en subgrupos de 5 a 6 personas y se les solicita realizar la siguiente tarea:
Mencionen 5 aspectos en los cuales es conveniente que los miembros de la familia colaboren unos con otros en la administración del hogar, la casa y la familia. El facilitador enriquece con aportes.
La colaboración en la consecución y administración del dinero.
La colaboración en la realización de las tareas del hogar.
La colaboración en la crianza de los hijos.
El establecimiento de acuerdos claros para la colaboración en las áreas mencionadas.
El seguimiento y evaluación del cumplimiento de estos acuerdos

C. Iluminación de la Palabra de Dios
Hechos 4,32 "La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyo a sus bienes, sino que todo era común entre ellos"

Taller 3. Responsabilidad: Compromiso con una Situación

A. Reflexión individual
Basada en los siguientes planteamientos: En la familia la responsabilidad recae en los padres. Ser responsable significa:
Asumir la propia vida. Enfrentar las consecuencias de sus actos y decisiones. Respetar la libertad de los demás. Comprometerse frente a las situaciones. Estar conscientes de los principios y valores que orientan nuestras acciones. Cada persona en la medida en que crece y desarrolla su propia autonomía es responsable de satisfacer sus propias necesidades. Esto significa que le corresponde satisfacerlas por sí mismo, cuando es posible y dejarse ayudar por otros, cuando esto no es posible.

B. Reflexión en subgrupos
Compartir estas reflexiones en subgrupos de 5 a 6 personas y llegar a conclusiones

C. Iluminación de la Palabra de Dios
Ef. 6,4 "Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor"

Carta a las Familias, del Papa Juan Pablo II
"Si el cuarto mandamiento exige honrar al padre y a la madre, lo hace por el bien de la familia; pero precisamente por esto, presenta unas exigencias a los mismos padres. Padres –parece recordarles el precepto divino- actúen de modo que su comportamiento merezca la honra (y el amor) por parte de sus hijos..."

Taller 4. Comunicación: Espacio de Encuentro y Comunión de Ideas

A. Reflexión individual
Se solicita a los participantes reflexionar y mencionar 3 estrategias para mejorar la comunicación en las familias

B. Sociodrama:
Se divide el grupo en 2 ó 3 subgrupos (de 5 y 7 integrantes). Deben realizar las siguientes tareas:
Subgrupo 1: "dramatizar una familia que tiene buena comunicación. Enfatizar en la dramatización 4 aspectos que contribuyen a la buena comunicación".
Subgrupo 2: "dramatizar una familia que tiene mala comunicación. Enfatizar en la dramatización 4 aspectos que contribuyen a la mala comunicación".
Subgrupo 3: "dramatizar una familia en la cual hay grandes dificultades en la comunicación entre padres e hijos (se puede escoger si los hijos son niños o adolescentes). El subgrupo dramatiza el problema y la forma en que la familia lo resuelve ".
Sacar conclusiones y compartir con grupo grande. El facilitador enriquece con aportes
Definir de manera sencilla "qué es la comunicación". Obstáculos que pueden presentarse en la comunicación. La familia como un espacio de encuentro y comunión de ideas. Importancia de la escucha en la comunicación. Importancia del diálogo y de la "palabra clara y serena" en la familia. Importancia del evitar supuestos en la pareja y la familia. Importancia del respeto a las diferencias en la familia. Importancia de la conciliación y la negociación.

C. Iluminación de la Palabra de Dios
Mc. 7,31-35 "Después, mirando al cielo, suspiró y dijo: Effeta, que quiere decir: Ábrete. Enseguida se le destaparon los oídos, desapareció el defecto de la lengua y el hombre comenzó a hablar correctamente"
reflexión
Por medio de este milagro, Jesús sana nuestra incapacidad para comunicarnos, curando ante todo nuestra sordera y la dificultad para comprender al otro.

Taller 5. Participación: Actitud Voluntaria y Decisiones Conjuntas

A. Reflexión individual
Dibuja una torta, divídela en pedazos. Cada pedazo representa la participación tuya en cada una de las actividades de la vida cotidiana. ¿Cuál modificarías?

B. Reflexión grupal:
Se divide el grupo en subgrupos de 5 a 6 personas cada uno y se les solicita reflexionar las siguientes ideas:
La participación se conquista, no se decreta. Sin participación no hay compromiso. La participación es la base de la familia democrática. Todos pueden participar, poner en común las capacidades para solucionar los problemas. Se discute y se llega a conclusiones que serán integradas en grupo grande. El facilitador enriquece con aportes.
La familia es la escuela en donde se aprenden los valores de la participación y la solidaridad social.
Las familias verdaderamente solidarias no se encierran en la búsqueda egoísta de su bienestar, sino que se abren a otras familias para compartir con ellas y participar en la construcción de un mundo más justo y más humano.

C. Iluminación de la Palabra del Papa Juan Pablo II Familiaris Consortio (Misión de la Familia cristiana en el mundo actual)
"Las familias, tanto solas como asociadas, pueden y deben, por tanto, dedicarse a muchas obras de servicio social, especialmente a favor de los pobres y de todas aquellas personas y situaciones a las que no logra llegar la organización de previsión y asistencia de las autoridades públicas".

Taller 6. Sentido de Pertenencia: Fortalezas y Debilidades de la Familia

A. Reflexión individual
Se solicita a los participantes reflexionar individualmente y escribir 3 aspectos que me gustan de mi familia y 3 aspectos que no me gustan o que quisiera mejorar de mi familia.

B. Reflexión en subgrupos – Graffiti en subgrupos:
Se divide el grupo en subgrupos de 5 a 6 personas cada uno y se les solicita realizar la siguiente tarea:
(a) Reflexionar por unos minutos sobre las fortalezas y las debilidades de la familia.
(b) Se le entrega a cada subgrupo una hoja de papel grande (pliego de papelógrafo medio pliego) y se les solicita escribir 3 fortalezas y 3 debilidades de la familia.
El facilitador enriquece con aportes
Los diferentes tipos de familia en la actualidad. Las funciones básicas de "toda" familia como célula fundamental de la sociedad y ámbito de crecimiento y apoyo mutuo de los individuos. La familia como "la educadora primordial", como el espacio de formación del individuo por excelencia. La importancia de valorar a la propia familia y sentirse orgulloso de ella.

C. Iluminación de la Palabra del Concilio Plenario de Venezuela
Documento Nº 6: "Iglesia y Familia: Presente y Futuro"
"En Venezuela tenemos un modelo que predomina sobre todos los demás: la familia matricentrada. En el marco familiar se sigue manteniendo un concepto extensivo de familia, que incluye abuelos, tíos, padrinos, primos. La familia extensa funciona a todos los niveles como un importante instrumento de ayuda y solidaridad para que no se enfrente sola a los graves problemas que hoy se plantean como la salud, la educación, el trabajo y el disfrute del tiempo libre".

Taller 7. Proyecto de Vida Familiar: Compartiendo Sueños y Proyectos

A. Reflexión individual
Se solicita a los participantes realizar individualmente el siguiente ejercicio:
"Cada uno debe dibujar en una hoja de papel 3 sueños o aspiraciones que quisiera realizar en el futuro". (No preocuparse por la calidad del dibujo, es para cada uno y no para exponerlo). Asignar a sus sueños una fecha de realización y escribirla al pie de cada sueño

B. Diseño de proyecto de vida familiar, en subgrupos:
Según las condiciones y el tamaño del grupo, compartir voluntariamente los sueños de cada uno y hablar de ellos. Luego, se divide el grupo en subgrupos de 5 a 7 personas y cada subgrupo debe realizar la siguiente tarea: Describir una familia que ellos consideran típica de su región. Describir el proyecto de vida (un plan de vida) de esta familia para el próximo año. Describir 5 actividades valiosas e importantes que se realizarán en la familia durante el próximo año. (puede mencionarse el papel de personas e instituciones diferentes a la familia, necesarias para el logro de esos objetivos)
El facilitador enriquece con aportes.
La importancia de tener sueños y aspiraciones en la familia. La importancia del amor y el apoyo mutuo como elemento esencial para el progreso en la familia. La importancia de planificar para lograr el cumplimiento de los sueños. La necesidad de la disciplina y la metodicidad para el logro de las metas y sueños. La necesidad de realizar los sueños por etapas, con perseverancia y tenacidad. La importancia de contar con otras personas e instituciones que puedan ayudar en el logro de sus sueños y aspiraciones. La necesidad de lograr las metas y aspiraciones dentro de condiciones éticas, no incurrir en prácticas que lesionen a los miembros de la familia .

C. Iluminación de la Palabra de Dios
Lc. 2,46-51 "Al encontrarlo, se emocionaron mucho" ... "tu padre y yo te buscábamos muy preocupados" ... "volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles.Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos".

Estrategias metodológicas que se sugieren para utilizar en las actividades programadas. Se sugiere para la implementación, una metodología participativa, permitiendo a los participantes poner en común sus experiencias, profundizarlas e iluminarlas, para transformar progresivamente sus vidas, a través de la adhesión a Jesucristo y su Evangelio.


A nivel familiar
Se sugiere realizar el círculo familiar, donde participen todos los miembros del grupo familiar para intercambiar ideas y compartir sentimientos sobre los temas propuestos u otros aspectos de la vida familiar. De común acuerdo eligen el día, hora y lugar de la reunión, quién va a dirigir dicha reunión, la cual se inicia con una oración, luego comienza el diálogo familiar (sobre el tema previsto), se desarrollan las conclusiones y se invita a asumir compromisos (personales y/o grupales) se culmina con una oración yun fuerte y cálido "Abrazo en Familia".

A nivel parroquial, educativo y comunitario. Se propone:
Trabajo individual y grupal. Analizar y comentar las lecturas dirigidas. Subrayar frase (s) y comentarlas. Elaborar conclusiones. Establecer, redactar y compartir los compromisos en cada uno de los temas tratados. Plenarias. Realizar concursos de: afiches; carteleras; mejores trabajos; refranes; proverbios; otros, relacionado con los temas. Investigar y escribir historias, vivencias de personas y personajes que servirán de ejemplos para estos temas. Exposiciones. Testimonios. Reflexiones. Canciones. Mesa redonda o panel. Lluvia de ideas. Se sugiere la libre creatividad y adaptar los temas señalados a los diferentes niveles y edades de los participantes.

Para culminar la Semana se invita a celebrar la comunión familiar de vida y amor en Jesucristo:

Celebración de la Eucaristía.
Evaluación. Se sugiere realizarla al final de cada actividad en forma oral o escrita teniendo siempre presente las preguntas siguientes: ¿Cómo se sintieron? ¿Qué aprendieron? ¿Qué reflexión o enseñanza les deja la actividad? ¿Cuál es tu compromiso?

La Pastoral Familiar en el Documento "Iglesia y Familia: Presente y Futuro" del Concilio Plenario de Venezuela.

Este importante documento conciliar estableció unas sólidas bases para la acción de la Pastoral Familiar y sus campos de apostolado.

Desafío 4: Ampliar y Reforzar la Pastoral Familiar

La Misión de la Pastoral Familiar es anunciar a la familia este "misterio grande" que se revela en el amor de Cristo, y acompañarla hasta hacer presente en ella este misterio. Para ello se propone: Consolidar el Departamento Nacional de Pastoral Familiar, desde una pastoral de conjunto. (75) Fortalecer los Secretariados Diocesanos de Pastoral Familiar. (76) Creación de cátedras o especializaciones sobre familia y bioética dentro de Institutos Superiores y Universidades. (80)

Preparación al Matrimonio

a)Preparación remota al sacramento del matrimonio: Comienza en la niñez que es la etapa del afianzamiento de los valores familiares y sociales.La pastoral familiar procurará acuerdos pastorales con otras áreas como son catequesis, pastoral educativa, juvenil, etc. (82)

b) Preparación próxima: Tiene su momento apropiado en el noviazgo. Tanto la pastoral familiar como la juvenil deben intervenir en ese momento para acompañar a los novios en el "descubrimiento recíproco, pero también de la profundización de la fe..." (83)

c) Preparación Inmediata: Se concentra en los últimos encuentros entre los novios, la parroquia y los agentes de pastoral. Los pastores y agentes promoverán la realización de momentos de oración y reflexión como retiros, encuentros o escuelas para novios, fines de semana, etc. (84)


Acompañamiento a la Vida Familiar


Asumir los retos de la Nueva Evangelización de la familia como primer lugar de evangelización. Estimular iniciativas orientadas a promover a la familia como una auténtica y madura comunión de personas, con programas de capacitación para su participación social, política y educativa que requiere la sociedad.

Atención Pastoral a las Familias en Situaciones Especiales

En nuestras comunidades cristianas están presentes varios tipos de familia que requieren de una especial solicitud pastoral: parejas de casados por el sacramento, sólo por lo civil, divorciados y divorciados unidos de nuevo, parejas en concubinato, madres solas con hijos. (93)

El Departamento de Pastoral Familiar, conjuntamente con los Secretariados Diocesanos y en alianza con los Movimientos de apostolado familiar; organizaciones privadas y gubernamentales que comulgan con los principios cristianos, promueve una serie de programas que buscan fortalecer la familia venezolana. (Programas para la infancia, Encuentros para padres, Preparación al matrimonio, Encuentros de parejas, Programas para divorciados, Planificación familiar, Centros de orientación familiar, etc. más informaciones en las oficinas del Departamento).

Concilio, Familia y Solidaridad

"Nos quejamos tantas veces de insolidaridad social. Ahora bien, antes de lanzar piedras al tejado ajeno es preciso comenzar el cambio por sí mismo, por la propia familia. Y ésta, tanto en su vida interna, cuanto en su relación con el entorno. El Concilio ha insistido en que la Iglesia y cada uno de quienes la integramos hemos de contribuir a la edificación de una nueva sociedad, libre, justa, solidaria, pacífica. Esta construcción comienza en y desde la familia. Porque es ésta la comunidad básica que introduce vitalmente en la vida de un pueblo, en una cultura; en la Iglesia y en la sociedad".
Mons. Ramón Ovidio Pérez Morales Arzobispo – Obispo de Los Teques Presidente del Concilio Plenario de Venezuela

Decálogo de La Solidaridad

1- Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: "Todos para uno y uno para todos"
2- Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz
3- El interés por la gente debe ser genuino, sin intereses ocultos que puedan enturbiar la ayuda prestada
4- La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva consigo involucrarse y compartir
5- Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos necesitamos sentir el apoyo moral. Además se necesitan acciones concretas de ayuda
6- Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna forma de manifestar nuestra solidaridad
7- A veces es más fácil prestar nuestra ayuda a gente lejana a nosotros, que a esas otras con las que se convive a diario
8- El egoísmo es pagado por los demás con frialdad, lejanía y aislamiento. Se recoge lo que se siembra
9- Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá adelante
10- Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se produce la unión y el logro de los objetivos